Esta exhibición surge de nuestra fascinación por aquellas prácticas que se sitúan y producen obra en los bordes disciplinares. Prácticas que se permiten cuestionar y abandonar los saberes y herramientas heredadas de sus campos de proveniencia para avanzar hacia sus medianeras, permitiendo habilitar nuevos intersticios posibles.
Sonidos que no suenan. Sonidos que se recuerdan o imaginan. Sonidos que proponen silencio. El conjunto de obras y registros de obra aquí expuestos se aleja de la comodidad de las categorías tradicionales y nos trasladan hacia otros lugares de escucha, de percepción y de pensamiento.
Lautaro Vieyra y Matías Giuliani
(curadores)
Sobre la obra
En la era de la comunicación y el conocimiento vivimos entrecruzados con infinidad de mensajes simultáneos, diversos y confusos.
La obra busca colocar al participante dentro de la experiencia de las dos situaciones básicas de la comunicación: el habla y la escucha.
En la situación de habla se espera fomentar la sensación de soledad, del habla sin interlocutor a la vista, sin señales de recepción del mensaje.
En la situación de escucha se espera crear confusión a partir de la superposición de diferentes mensajes que se mezclan en tiempo real.